martes, 5 de noviembre de 2013

LA LEY DE MEDIOS DE LA DEMOCRACIA . ESCRIBE GONZALO PERALTA

La Ley de Medios de la democracia

No casualidad, hoy 30 de Octubre se cumplen 30 años de las elecciones que determinaron la vuelta de la democracia en la Argenita. Entrar en explicaciones técnicas, rebuscadas, describir art´ticulos con esas palabras que suelen ilustrar toda ley y determinan que al segundo inciso larguemos todo sería desviar gran parte de toda la importancia que la Ley de Servicios de Comunicación tiene para nuestra sociedad. Es que la Ley de Medios excede lo jurídico, es una ley de todos, está presenta en toda charla militante: "Che cumpa, declararon constitucional la ley de medios, ahora va a haber pluralidad de voces". Cuatro años despúes de su aprobación en el Congreso de la Nación, donde están nuestros representantes, la ley parece aplicarse en su totalidad. Titánica lucha la que el pueblo tuvo que mantener contra una corporación que se negaba, intereses de por medio, a cumplir con la ley. El Grupo Clarín veía afectada su rentabilidad teniendo que desprenderse de algunas licencias que lo hacían amo y señor de nuestos ratos libres, de nuestras inclinaciones políticas, de nuestro humor, de nuestra libertad. Ahora podemos decir que somos un poco mas libres.
Quisiera trazar un paralelismo entre las últimas elecciones, o mas bien las elecciones en geneal, y esta noticia de la Ley de Medios. En democracia existen lo que se llama grupos de interés y grupos presión. A los efectos, y en quienes los componen son lo mismo, solo que los primeros actúan con gobiernos poco intervencionistas, normalmente neoliberales, ya que al no existir presencia del Estado en los asuntos económicos, estos grupos se manejan libremente. Ahora, cuando se encuentran con gobiernos fuertes, que creen en el intervencionismo, a estos grupos no les queda otra que subir a la arena política, salir de las sombras, hacerse visibles, y convertirse en grupos de presión. Eso pasó con el Grupo Clarín en la Argentina. El kirchnerismo lo obligó a mostrar sus garras. Gracias a este gobierno se instaló el debate sobre los medios y su rol en las desiciones de un país, se empezó a hablar de Clarín y su complicidad con la dictadura, de su rol en la renuncia del presidente Alfonsín, en su participación en la gesta neoliberal de los noventa, de como se beneficiaron con la pesificación asiméticra de Duhalde, de como presionaron al gobierno de Kirchner para fusionar Cablevisión y Multicanal. Hoy, la verdadera discución política en la Argenina no pasa tanto por una legislativa, aunque muchos candidatos seguramente harían loby a favor de Clarín, sino por la contienda pueblo-corporaciones. La desición de la Corte Suprema de Justicia, en este caso estuvo a favor del pueblo.

Además de marcar la cancha frente a una corporación, quizás la mas fuerte porque maneja medios, maneja opiniones, con la ley en plena vigencia ganamos en libertades, en libertad de expresión, en pluralidad de voces. Radios comunitarias, televisión de las provincias, para las provincias, reparto de licencias para la tenencia de medios audiovisuales, etc. Un ejemplo ilustrativo, el del provinciano que quiere escuchar radio, y tiene que fumarse que estén toda la mañana con un corte en General Paz. Es injusto para el tipo que está a miles de kilómetros de la capital, recibir un servicio, como lo es la información, así de acotado. La ley hace al federalismo, a fomentar lo cultural de cada región, a crear sentidos de pertenencias. Era realmente una deuda de la democracia tener una ley así, porque la anterior, la que estaba en vigencia, databa de la dictadura militar. Vaya si habría libertad de expresión en una dictadura.

Podría escribir tanto, desde tantos lugares sobre esta ley, demostrando mesura intelectual, u "objetividad" "periodística", pero es tal la alegría que como argentino me genera saber que algo de todo lo que hacemos dentro de un cuarto oscuro realmente tiene sentido, que no vienen cuatro vivos que nadie eligió, que con suerte conocemos sus nombres, sus caras, a manejar los destinos de un país. Clarín cumplió un mandato presidencia sin cumplir una ley. De 2009 a 2013 fue la presidencia de Magnetto. Desde 1976 en realidad, cuando silenciaron las atrocidades de la dictadura, pactaron con ella, torturaron gente para quedarse con empresas, como Papel Prensa. Pensar que tipos así elevan y denostan candidatos, hace descreer de la democracia. Este es un paso mas, a 30 años de la vuelta de la democracia para demostrar que el pueblo es escuchado. Y ahora, mas que nunca, va a ser escuchado en todos los rincones del país.

G.P.

1 comentario:

Daniel Cheruna dijo...

Coincido en que la aplicación total de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un motivo de alegría que no podemos evitar quienes sabíamos que era necesaria, legítima y legal. Existen consideraciones básicas que confluyen cuando se habla de este tema: la necesidad de una distribución racional del espectro radiofónico, que contemple un control ético sobre contenidos culturales, educativos y la defensa de la soberanía nacional; y por otro lado, el respeto y cumplimiento de la ley antimonopólica, que no es patrimonio exclusivo de los empresarios de medios, sino de "todas" las actividades comerciales que se desarrollan dentro de las fronteras de nuestro país. No importaría cuántos gobiernos quisieran voltear los medios. De hecho podrán seguir intentándolo, porque no hay control ni censura sobre los contenidos que se difunden. Por lo tanto, una norma justa en la administración de derechos y obligaciones, donde sus beneficiarios respeten además la legislación vigente en su totalidad, son condiciones suficientes para participar del libre juego de la democracia al amparo de las garantías constitucionales. Cualquiera puede expresar sus ideas con absoluta libertad. Lo que no es aceptable es que ese juego no sea equitativo en intensidad de fuerzas. El Estado es responsable de limitar los abusos y crear condiciones igualitarias que eviten la competencia desleal y sus arbitrarias consecuencias.